A Bocajarro:
Es evidente que el Valencia Club de Fútbol va mal, muy mal.10 partidos de Liga:8 empates, 1 victoria y 1 derrota. Y 3 partidos de Champions: 1 derrota y 2 empates,1 de ellos ante ese equipo suizo llamado Young Boys que en España no pasaría de ser un discretito 2ª B. Además del repaso que nos dio en Mestalla la Juventus de Turín que con 10 jugadores no bailó e hizo con nosotros lo que quiso.
Estos datos son claros, aplastantes… y no indican otra cosa que la temporada se nos está yendo al garete en apenas 2 meses.
Miren. Se puede ser más ambicioso o menos. Se puede pretender que el VCF pelee por todos los títulos o conformarse con temporadas mediocres. Se puede exigir, debatir, criticar y estar en contra, o no, pero lo que no se puede es mirar para otro lado, poner ojitos de corderito degollado, arrojar la toalla y flagelarse cada día. Lo que no se puede es perder el ánimo, la ilusión, la ambición y la exigencia. Lo que no se puede es arrojar la toalla y someterse a las mentiras y manipulaciones del club.
Dentro de muy poco, si esto no cambia, y me refiero a un cambio sustancial en dinámica de juego, en intensidad, en ambición, en orgullo y en mentalidad de club grande, si esto no cambia ya, como decía, vamos a empezar a escuchar las primeras declaraciones desde el club en el sentido de que jugar la UEFA no está tan mal, que el Madrid y Barça tienen más presupuesto, que hay que apoyar al equipo. Volverán a desempolvar frases como: “ara mes que mai, hasta la mort, en las buenas y en las malas…”y no se cuantas frases de manual que se guardan los de siempre para sacarlas cuando el equipo no va, y cuando la temporada se nos ha ido.
Que nadie se confunda, al VCF no se la ayuda diciendo “Amunt Sempre”. Eso está muy bien, pero en épocas de crisis lo que hay que hacer es exigir. Dejarse de conformismos baratos y exigir lucha, entrega y orgullo a los jugadores y soluciones a los dirigentes de turno. En este caso a los hombres de Lim. Muchos se equivocan mostrando sumisión y conformismo. Eso no conduce más que a darles un cheque en blanco a esos dirigentes que no buscan soluciones o no son capaces de encontrarlas. Eso no conduce más que a prolongar la agonía y eso sí conduce a que cuando “sus señorías” se dignen a tomar soluciones sea demasiado tarde para completar una temporada digna de un Grande como el VCF. No hay cosa que me moleste más que los conformistas, los vencidos, manipulados y entregados a la derrota, disfrazada de buena temporada por los dirigentes del club.
Mirad, cada uno puede vivir su Valencianismo como quiera, pero este sector conformista y manipulado, sin capacidad de pensar por sí mismos y entregados a las consignas de los inútiles dirigentes de turno del club, no hacen más que ayudar a empequeñecer el Valencia.
La mentalidad de equipo pequeño y siempre predispuesta al empequeñecimiento de los límites del Valencia es la lacra que desde hace muchos años está frenando el despegue y crecimiento de este club. Cada uno puede pensar como quiera, pero a mí este sector de Valencianistas los quiero lejos de mi localidad, lejos de mi asiento ante la tele y lejos de mis foros de opinión. Aquí cabe todo el que quiera caber, pero si no sois capaces de entender que sin exigencia, sin ambición y sin orgullo no hay crecimiento, mejor que os hagáis a un lado y nos dejéis trabajar a los que sí creemos en un gran Valencia, a los que sí somos ambicioso, a los que pensamos que el lugar del VCF está allá arriba; compitiendo por todo aquello en lo que participe. Y dejadnos trabajar a los que creemos que el dinero de los dirigentes de turno debe estar en el Valencia y no en el bolsillo de algunos. Id a Mestalla, ved los partidos por la Tele, oídlos por la radio, haced lo que queráis, pero por favor no hagáis más daño al VCF, no obstaculicéis más su crecimiento y callaos las boquitas, esas boquitas que dan pena, depresión y dolor de estómago acompañado de diarreas pertinaces.
Dejadnos trabajar a los ambiciosos, a los orgullosos, a los que creemos en ese Valencia Campeón y a los que estamos dispuestos a luchar por ello. Os prometemos que si conseguimos que se tomen decisiones, que el dinero esté metido en el equipo y no en sus bolsillos, si conseguimos que no nos engañen y que de verdad hagan un gran equipo para competir por todo y no nos vendan motos, si conseguimos ganar 1 liga o 1 Champions, si conseguimos que se acabe el nuevo Mestalla… os prometemos, como decía anteriormente, que no os vamos a criticar, ni a insultar ni a impedir la entrada en el nuevo Mestalla, si es que por fin se acaba algún día.
Ah, repito, que cada uno lo vive como quiere o como puede, pero alguno que otro de estos conformistas y pisafrenos, algunos por su cuenta y otros siguiendo manipulaciones orquestadas por el club, como decía, alguno de estos cortitos de iniciativa, más valdría que hablarais menos y que dejarais de defender el estancamiento y la mediocridad.
Otra cosa son los que no van a Mestalla porque no pueden o simplemente porque no quieren, pero al menos tienen la dignidad y la decencia de no taponar los espacios que requerimos los que queremos trabajar por un Valencia GRANDE, AMBICIOSO Y CAMPEÓN. Aclaro que cuando digo Campeón me refiero a pelear por serlo, no a tener la obligación de ello, como Barça o Madrid; que aquí ni estamos locos ni vivimos en la luna. Simplemente tenemos ambición, exigencia y orgullo.
Para terminar, quiero referirme al tema Marcelino. Mi opinión es que Marcelino García Toral ha perdido las riendas del equipo, que no sabe por dónde va ni por dónde quiere ir. No es capaz de encontrar soluciones, en definitiva, no aporta nada.
Miren, Marcelino García Toral no es que sea el entrenador y manager del equipo, que lo es, se ha hecho el amo del club en lo deportivo. Decía el otro día Gauden Villas en Super, que Marcelino no sabe digerir el éxito, si es que se puede llamar éxito a quedar 4º. Y no lo sabe digerir porque se cree el amo del Mundo. ¿Saben por qué lo echaron del Villarreal? Porque tuvo sueños de Grandeza. Creyó que le salieron alas como a Ícaro o a Pegasus, y quiso volar tan cerca del sol que le discutió el poder a Fernando Roig, lógicamente como al bueno de Ícaro, se le quemaron las alas y fue liquidado. Eso es lo que está pasando en el VCF en estos momentos; se cree el amo, se cree Dios y se cree, porque se lo han hecho creer, que es el amo del Universo.
El VCF se ha gastado este verano 180 millones en fichajes, que no es tanto tal como está el mercado. Recuerden los 222 de Neymar. Pero es pasta gansa, fichajes en su mayoría recomendados por Marcelino o exigidos directamente por él. ¿Quién trajo a Piccini, a Diakhaby o a Gameiro, ¿necesitan que se lo diga? Fue Marcelino. ¿Qué rendimiento están dando, necesitan que se lo diga? Pues allá va; nefasto. ¿Qué rendimiento está dando el equipo este año? ¿Necesitan que se lo diga? A que no. Pues eso.
A Marcelino hay que pedirle responsabilidades. Es el principal responsable de los fichajes. Los jugadores que han llegado son petición directa de él o autorizados por él tras ser consultado. Debe justificar esas exigencias o marcharse. Lo que pasa es que para marcharse hay que tener dignidad y menos apego al dinero, y por eso esperará a que lo echen para cobrar su contrato íntegro. Conociendo a Peter Lim y sus consejeros esto va para largo.
No quiero hablar de planteamientos ni de jugadores en particular. Ya hablamos la semana pasada de Parejo y de la deprimente actitud de los jugadores en general, salvo 2-3 excepciones. También hablamos de uno de los mejores trivotes de mediocampo de España: Coquelin-Soler-Kondogbia, desperdiciado e ignorado por un entrenador que parece haberse quedado sin ideas ni soluciones y que insiste una y otra vez en el error, justificándolo en unas ruedas de prensa, patéticas y faltas de respeto a la afición.
No crean que me olvido de Lim ni que voy de Herodes a Pilatos. Lim es tan culpable como Marcelino por consentirle sus caprichos, por concederle el mando y por dejarse guiar por unos consejeros que le cuentan lo que les da la gana, y él desde su trono en Singapur se entera de lo que ellos quieren que se entere. A Lim sólo le interesa que le cuenten lo buenos que son, lo bien que negocian y la pasta que ganará y se ahorrará fichando jugadores que maduren para después ser vendidos, jugadores cedidos, o jugadores acabados que vienen aquí, a la baja, porque en sus equipos de origen ya no los quieren y se les ha pasado el arroz.
No seré yo quien mire para otro lado mientras el VCF se hunde. Van 5 años de desastres y errores.
No seré yo quien baje la cabeza y se trague mentiras y embustes.
No seré yo quien se deja manipular por los dirigentes del club.
No seré yo quien pierda el orgullo, la exigencia y la ambición.
No seré yo quien deje de exigir soluciones.
No seré que yo quien deje de pedir responsabilidades.
Eso y no la sumisión y el conformismo es para mí, ser un Valencianista responsable.
Eso es para mí luchar por un Valencia Grande.
Eso es para mí luchar por un Valencia cuyo objetivo sea siempre pelear por todo hasta el último minuto del último partido.
Lo demás son milongas y actitudes de club pequeñito y perdedor, y para eso conmigo… que no cuenten.