La junta directiva del Club Deportivo Buñol ha logrado lo que parecía una quimera; saldar su deuda antes del inicio del próximo curso deportivo. Y lo ha hecho con trabajo y muchísima paciencia.
Hace apenas unos meses los nubarrones se cernían sobre el Beltrán Báguena tras la espantada de Miguel Galán, supuesto inversor, ahora todo vuelve a la calma gracias al grupo de trabajo que ha cogido las riendas de la entidad, al ayuntamiento, a las empresas colaboradoras, así como a los socios y simpatizantes. Llegados a este punto, todo vuelve a comenzar de nuevo, pero con más energía.
La entidad ha emitido un comunicado en el que ha agradecido muy especialmente la deferencia de los jugadores que se marcharon y a quienes se les debía dinero. Sin embargo, también ha reconocido que hay otros a los que les ha importado poco la situación crítica del club, por lo que su paso por el Beltrán Báguena no será gratamente recordado.
Pero lo más importante en todo este asunto es que esta preocupación queda atrás, por lo que toda la atención se centra en el ilusionante proyecto deportivo de la próxima temporada; encabezado por un primer equipo que se ha confeccionado para estar entre los mejores de su grupo. Así las cosas, en Buñol se vuelve a hablar sólo de fútbol.
