Amador Melero tiene 45 años y padece esclerosis múltiple. El próximo domingo participará en el Desafío de Guerreros que acontecerá en Yátova dispuesto a cruzar la meta. Hace 20 años le diagnosticaron esta enfermedad del sistema nervioso que produce parálisis en las extremidades inferiores y falta de sensibilidad. Le dijeron que no andaría más, aunque él no se rindió.
«Yo decidí que no iba a estar mal», afirma este guerrero. «Es una enfermedad jodida, sobre todo en el apartado psicológico, porque nunca sabes cómo te vas a encontrar. Pero yo quiero disfrutar de las cosas que hago. Estos retos ayudan muchísimo. Si quieres, puedes”, apostilla.
Junto a Melero participarán en la prueba dominical alrededor de 2.000 valientes, quienes deberán superar obstáculos ciertamente exigentes. La cita promete, pues es puntuable para el mundial de esta disciplina. Además, por la tarde se ha previsto la celebración del Desafío para los más peques, una buena manera de iniciarles en estas lides.
