El Atlético de Macastre incorpora a Vicente Hernández «Kiko» como entrenador de porteros

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El Atlético de Macastre ha confirmado el fichaje de Vicente Hernández «Kiko» como entrenador de porteros de su escuela de fútbol. Hernández sustituye en el cargo a Jonathan Maqueda, quien por cuestiones laborales no ha podido continuar ejerciendo esta próxima temporada.

Kiko ha trabajado en la Ciudad deportiva del Levante, haciéndose cargo de un grupo de porteros de 6 a 10 años. Como afirma, «esta experiencia fue muy satisfactoria, pues me permitió disfrutar mucho».

En declaraciones a DXTlider, ha agradecido a la junta directiva del Atlético de Macastre y al director deportivo, Sergio Galarza, la confianza que han depositado en él de cara al nuevo curso.

Por otra parte, Galarza ha elogiado el «gran trabajo» realizado esta última campaña por Maqueda y ha dado la bienvenida a Hernández «a un club que tiene muchísimas ganas de seguir creciendo y que no tiene mayor pretensión que el disfrute de los niños y niñas. Hemos fichado a un buen entrenador y a una excelente persona», afirma.

Una vez confirmado su fichaje por el conjunto amarillo, Kiko ha echado la mirada hacia atrás para explicarnos que siempre ha sentido pasión por el fútbol. «En mi primera foto estoy en Atalaya ejerciendo como portero con Tomasico, Nelo, etc. Teníamos unos 8 años. Poco después, en Calicanto (ahora Colegio Internacional de Levante), empecé a jugar con los infantiles dirigidos por Bermell, portero del Mestalla y padre del Bermell que jugó en el Valencia en los años 80. Este entrenador tenía una dedicación y empeño pedagógico especial con los porteros. En aquellos años y en esas categorías no era muy habitual. Posiblemente, gracias a él he sido portero», afirma Hernández.

Abundando en su recorrido deportivo, nos comenta que posteriormente fichó por el Juvenil del CD Buñol. «Con 17 años debuté con el primer equipo y estuve bajo su disciplina durante 10 años. En el último ejercicio conseguimos el ascenso a 3ª division. Con 27 años fiché por el Chiva, bajo la dirección de Fernando Barrachina, legendario central del Valencia que falleció el año pasado. Una gran persona, noble y gran entrenador. Me dio toda la confianza del mundo. Ese año creo que incluso crecí unos centímetros (sonríe). Con el Chiva estuve dos temporadas. La primera jugué todos los partidos, pero en la segunda me rompí en pretemporada un ligamento del tobillo y tuve que jugar con un apósito. Era un drama entrenar y jugar. Inicié la liga, pero a los pocos partidos tuve que parar y dejar el fútbol activo. Unos años más tarde empecé a jugar con los Veteranos del CD Buñol, lo que me permitió disfrutar de mi gran pasión seis años más», concluye.